La Costa
La costa es la parte de un continente o de una isla que limita con el mar u otro cuerpo acuático de gran extensión. Las costas tienen
un paisaje inestable, donde hay sectores de playa cuyo perfil bidimensional puede crecer debido al depósito
de sedimentos y en otros casos puede disminuir por los procesos de erosión marina. Pero las costas también son modificadas por otros
factores, como el clima, el viento, el oleaje, actividad biológica y las actividades humanas.
Se denomina «costa» a la franja de
unión de las tierras emergidas con las sumergidas, ya sea de un continente o de una isla. Generalmente se emplea el
término al hablar de bordes marinos,
aunque se usa también para designar costas lacustres o fluviales,1 aunque las orillas de los ríos se denominan
riberas, y sólo en ríos de enorme anchura se podría hablar de verdaderas
costas, por ejemplo en el Río de
la Plata.
Por extensión, también se emplea
la expresión para referirse a los sectores, tanto terrestres como acuáticos,
próximos a la verdadera costa. Es por ello que se habla de «ciudades costeras»,
diferenciándolas de este modo de las situadas lejos de las costas, o de «peces
costeros» como contraposición a los peces de hábitos pelágicos. En estos casos
también se emplea el sinónimo de «litoral».
Playas
Son el resultado
de los depósitos de olas constructivas, en general en zonas costeras de escasa
energía, dependiendo en gran medida de la posición relativa de la línea de costa. Las playas pueden ser de sedimentos finos, como limo y
arena, o de materiales más gruesos, como cantos rodados o también como
combinación de estos tres elementos. El tipo de zona de rompiente, el tipo de
sedimento, la energía de las olas, la amplitud de la marea y el efecto del
viento determinará la forma de la playa.
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